PROTECCIÓN DE LA HABITACIÓN DONDE DORMIMOS
Mezcle en un cuarto de litro de agua, un puñado de sal, a poder ser marina.
Moje los dedos en la solución rociando primero en las diferentes esquinas de la habitación, y seguidamente sobre la cama o sofá donde acostumbremos a reposar, o dormir.
Durante toda la acción, recitaremos en voz alta y profunda, la siguiente salmodia:
"Sal y Agua, cumplid mi voluntad, Agua y Sal, traedme la Paz,
que los Sagrados elementos, me ayuden, AMÉN".
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